Una nota en el New York Times publicó que economistas han empezado a apoyar la idea de un crédito fiscal para las compañías que creen nuevos empleos en Estados Unidos. Los empleadores recibirían un crédito equivalente al doble del impuesto a la nómina del primer año por cada contratación nueva o si aumentan considerablemente las horas trabajadas.
Algunos están preocupados con la idea de que los empleadores podrían intentar aprovecharse del sistema (por ejemplo, las compañías podrían cerrar y re-abrir para reclamar el crédito fiscal por todos los empleados “nuevos” que contrataron.).
Otra crítica es que aun en tiempos de recesión, algunas compañías están contratando sin incentivos fiscales, por lo que un subsidio podría beneficiar a aquellos negocios que de todas maneras hubieran contratado nuevos empleados. Adicionalmente, si tomara mucho tiempo la aprobación de la propuesta, se podrían reducir involuntariamente las oportunidades de trabajo.
Algunos críticos argumentan que los negocios contratan basándose en la demanda real de sus productos y un subsidio no compensaría la caída en la demanda. Finalmente, de acuerdo a Greg Mankiw, las regiones e industras que se han contraído profundamente no tienen un incentivo para la contratación marginal debido a que sus niveles de empleo se encuentran muy por debajo del nivel base level (normalmente, este tipo de propuestas miden los empleos marginales al comparar el empleo con un año base). Esta política podría inclinarse contra dichas regiones e industrias, las cuales han sido las más afectadas.
jueves, 8 de octubre de 2009
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